Introducción
Maracaibo, conocida como la tierra del sol amada, es una ciudad llena de historia y encanto. A pesar de las adversidades que ha enfrentado en las últimas décadas, sigue siendo un lugar lleno de ciudadanos comprometidos. Desde sus inicios, Maracaibo ha desempeñado un papel protagónico en el desarrollo de Venezuela. El estado de Zulia, en el que se encuentra la ciudad, solía ser sinónimo de bonanza y riqueza. Sin embargo, en la actualidad, muchos consideran que es peligroso visitar Maracaibo. A pesar de estos comentarios negativos, decidimos conocer la ciudad y compartir nuestra experiencia.
Explorando el casco histórico
Durante nuestro recorrido por el casco histórico de Maracaibo, nos encontramos con la colorida y hermosa Calle 8, muy cerca de la Iglesia de Santa Bárbara y la Basílica de la Chinita. Este lugar es perfecto para pasear y apreciar el Lago de Maracaibo al final de la calle. Sin embargo, también descubrimos el Hotel Granada, una antigua joya de la ciudad que ahora está en ruinas. Nos entristece ver cómo este importante hotel, que recibió a figuras icónicas, como Carlos Gardel, Cantinflas y Celia Cruz, se ha convertido en escombros. Sería maravilloso que este edificio pudiera restaurarse y tener una nueva vida como hotel o museo.
El Obelisco en la Plaza República
Durante nuestro paseo por la ciudad, nos encontramos con el imponente Obelisco en la Plaza República. Presenciar el ocaso desde este lugar fue una experiencia cautivadora. La gente se sentaba en la grama, los peatones cruzaban de un extremo a otro, los niños jugaban y las aves regresaban a la copa de los árboles para protegerse de la noche. Definitivamente, recomendaríamos visitar este lugar y disfrutar de esta hermosa escena.
Apoyando la economía local
Durante nuestro recorrido, nos detuvimos en una tiendita Wayúu en el Mercado de San Sebastián. Aquí pudimos adquirir artesanía típica guajira de la región. Es maravilloso poder apoyar la economía local y preservar la cultura y tradiciones de estos pueblos. Nos encanta poder llevar un pedacito de Venezuela en nuestras cabezas o en nuestras casas.
Explorando el Teatro Baralt
Otro lugar que visitamos fue el Teatro Baralt de Maracaibo. Este teatro, construido en los años 1800, es precioso tanto por fuera como por dentro. Tuvimos la oportunidad de hacer un recorrido y quedamos maravillados con la sala, la taquilla y las obras de arte que adornan el lugar. Sin duda, recomendaríamos disfrutar de una obra en este teatro si tienen la oportunidad.
La ciudad apocalíptica junto al lago
Decidimos hacer kayak en el Lago de Maracaibo, una de las actividades que más estábamos esperando. Además de tener una vista impresionante del famoso puente sobre el agua, pudimos visitar una ciudad apocalíptica que se encuentra cerca del lago. Aquí encontramos los restos de grúas y remolcadores que se utilizaron en la construcción del puente. Fue una experiencia única poder remar entre estos vestigios y sentir la historia que los rodea.
La Basílica de la Chinita
Visitamos la Basílica de la Chinita, un lugar icónico en Maracaibo que no se puede dejar de visitar. Nos acompañó un guía local, quien nos explicó la historia y los milagros asociados a esta basílica. Fue inspirador escuchar la historia de cómo se encontró la imagen de la Virgen de la Chinita y cómo ha impactado la vida de las personas en la región. Este es un destino obligatorio si visitas Maracaibo.
La laguna de las peonías
Una de las actividades más emocionantes que hicimos fue visitar la laguna de las peonías en el municipio de Mara. Aquí se reproduce más del 90% de los flamencos de todo el país. Fue una experiencia increíble poder observar estas hermosas aves y aprender más sobre su hábitat. Recomendamos llevar bebidas frías, snacks y una cava con hielo para disfrutar de este paseo al máximo.
El desierto de los médanos de Perijá
Finalmente, cumplimos nuestro sueño de visitar el desierto de los médanos de Perijá. Este desierto se encuentra entre el lago de Maracaibo y el mar. La arena de este desierto proviene del Sahara y esto le da un encanto especial. Pudimos explorar el desierto, caminar por las dunas y maravillarnos con las hermosas vistas. Descubrimos que estos médanos son únicos, ya que se encuentran entre el lago y el mar, lo que permite lanzarse desde las dunas y caer directamente al agua.
Conclusión
Después de 12 días explorando el estado Zulia y la ciudad de Maracaibo, nos despedimos con una gran gratitud por haber tenido la oportunidad de visitar estos lugares emblemáticos. Aunque no todo es perfecto, siempre buscamos resaltar las bellezas de cada lugar que visitamos. Maracaibo tiene mucho que ofrecer: su historia, su cultura, su gente y sus paisajes. Aunque hemos terminado este recorrido, sabemos que volveremos para seguir explorando más lugares y compartir nuestras experiencias. ¡Hasta la próxima!